Hoy mi blog irá dedicado a Comillas, es un municipio y localidad de la comunidad autónoma de Cantabria (España) situado en la Comarca de la Costa Occidental. Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con el municipio de Udías, al este con el de Ruiloba y Alfoz de Lloredo y al oeste con el de Valdáliga.
La historia de este municipio comenzó en la prehistoria, donde los hombres de esta época se asentaron en las numerosas cuevas del entorno. Más tarde llegaron a la zona los romanos y posteriormente en la baja Edad Media se construyeron las murallas que aun hoy día se pueden ver.
En el siglo XVI, los feligreses se levantaron contra los señores feudales y la Iglesia. Todo empezó un domingo de misa, cuando no dejaron sentarse al populacho. El pueblo se levantó y se fue de la iglesia jurando que jamás la pisarían. El lugar fue, donde hoy se asienta el actual cementerio.
En 1603 se empieza a construir el actual puerto de Comillas. Alfonso XII y Alfonso XIII visitaron en varias ocasiones la villa.
Nuestro viaje comienza con un buen baño en las frías aguas del Cantábrico...y un buen desayuno en nuestro hotel rodante.
Después de subir una empinada cuesta, donde las vistas eran espectaculares llegamos a uno de los lugares más emblemáticos del pueblo, donde entre edificios góticos y barrocos se levantó una de las obras del genial Gaudí, fuera de Catalunya...
El Capricho como comúnmente se conoce a Villa Quijano, es un edificio modernista construido por el genial Gaudí en el XIX. El edifico consta de escaleras de carol, minaretes-torres, toda ella en cerámica verde cocodrilo. El acceso principal de la casa se encuentra en el lado norte, en un monumental pórtico sobre el que se yergue la torre-minarete, con cuatro columnas y arcos adintelados, con capiteles decorados con pájaros y hojas de palmito, como en la casa Vicens. Aquello era una oda a la imaginación, realmente no me gustaba lo que veía, pero he de afirmar que me impresionaba, caminar por aquel lugar era como hacerlo por algún enorme jardín encantado de alguna producción de Pixar. Por el lugar podemos encontrar alguna figura de metal, como la propia de Gaudí, a la cual abracé. Del interior poco hablaré porque realmente me gustó bien poco, como algo destacable mencionar su invernadero...
Y para terminar una buena paella, que aunque no era el lugar, teníamos mucho antojo¡¡¡¡¡
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