Hoy mi blog irá dedicado a una de las fiesta más importantes de España, las Fallas de Valencia. La ciudad de Valencia se encuentra en la costa mediterránea de la península ibérica, sobre la gran llanura aluvial de los ríos Júcar y Turia, justo en el centro del golfo de Valencia.
Fundada por Romanos en el siglo II ac, varios siglos depués en el 711 dc los musulmanes dejarán una enorme huella que a día de hoy sigue presente en su cultura, lengua, gastronomía... Más tarde en el siglo XIII Jaime I de Aragón conquistó la ciudad y repartió la ciudad entre los nobles e introdujo los fueros de Valencia. El siglo XIV estuvo marcado por la peste Negra que diezmó a la población. El siglo XV fue el siglo de oro donde la ciudad experimentó un gran crecimiento en todos los aspectos. Con el descubrimiento de América el Atlántico se llevó el protagonismo dejando a un lado al Mediterráneo lo que produjo un bajón en la economía de Valencia, a lo que se unió la expulsión de los moriscos y judíos de 1609, ya que estos suponían una gran parte del reino. La decadencia de la ciudad tocó fondo con la Guerra de Sucesión Española (1702-1709) que significó el fin de la independencia política y jurídica del reino de Valencia. Fue aquí donde Felipe v anuló los fueros de Valencia. La Guerra de la Independencia fue dura en la capital del Turia, aquí José I trasladó la capital en 1812 hasta la llegada de Fernando VII. En los siglos venideros la ciudad crecería hasta convertirse en lo que es hoy en día.
Tras una breve historia de la ciudad os voy a contar también la historia de las Fallas, ya que es nuestro plato principal:
Las Fallas (Falles en valenciano) son unas fiestas que van del 15 al 19 de marzo con una tradición arraigada en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Oficialmente empiezan el último domingo de febrero con el acto de la Crida (en valenciano; 'pregón', en español). En el año 2016 la Unesco, las inscribió en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las fallas comenzaron en la víspera de San José, donde se encendían hogueras para anunciar su festividad, de ahí surgió el nombre de cremá. Más tarde los carpinteros ponían en las hogueras, virutas, maderas, es decir, todo lo que le sobraban y así hacían limpieza en sus talleres. Además, quemaban sus "parots" (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que con el fin del invierno y la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Según esta teoría, la inventiva popular le dio forma humana a estos parots.
Mi viaje comienza en el día grande la fiesta, el 18 de Marzo de 2016, vísperas de la noche más larga. Tras dejar mi coche muy lejos del centro de la ciudad, ya que en este día es imposible aparcar, la población de Valencia se triplica, empecé a caminar por enormes avenidas, la fiesta a pesar de ser muy temprano se notaba en cada esquina. A medida que me acercaba al centro, cientos de personas venidas de todos los lugares del Mundo se afamaban en una carrera para llegar al centro y no perderse ningún detalle. Caminando pero sin darme cuenta, ya que todo los que veía me encantaba me dí de cruces con una enorme estructura de madera, nunca vista por mí, lo que aquí se llama Ninot. Estos habitualmente tienen carácter satírico sobre temas de actualidad. Las fallas suelen constar de una figura o composición central de varios metros de altura, las más grandes superan los 30 metros (exactamente la falla Na Jordana 2001, con 33 metros, fue la más alta y voluminosa de la historia) rodeadas de numerosas figuras de cartón,plastilina, piedra, poliuretano (material que en los últimos años está siendo sustituido por otros más modernos como el poliestireno expandido, más ligero y moldeable), sostenidas por una armazón de madera. Incluyen letreros escritos en valenciano explicando el significado de cada escenografía, siempre con sentido crítico y satírico. La verdad que son impresionantes, el primero que me encontré era un guiño a Roma o mejor dicho a los placeres, habían gladiadores, un cónsul en el centro, centuriones, mujeres con toga y hasta un tigre.
Más adelante cerca del mercado vi la primera peña donde las mujeres llevaban el típico traje fallero, que era el traje de fiesta que llevaban las valencianas siglos atrás, los hombres llevaban el clásico traje de saragüell, de origen musulmán. Todo ello acompañado por música y un enorme desfile de gente. Cada peña llevaba su fallera y tiene su propio Ninot y un lugar donde hacen las mascletá. Este lugar consiste en un espeacio cerrado lleno de cohetes, petardos, es decir lleno de pólvora, es una jaula explosiva. Tengo entendido que cuando la fallera principal llega a cada peña, en el día grande, es ella la que enciende la mecha de las mascletá.
Y así es, en un momento del medio día, veía a mucha gente correr de un lugar a otro de arriba abajo, oía explosiones de petardos, cerca. lejos... hasta que averigüé que se trataba de lo que anteriormente cité. Así que me quedé un rato esperando, en una de las fallas donde representaban a varios personajes y programas televisivos. En un momento la esquina estaba llena de gente, los miembros de la peña tenían acordonada la zona y con el aviso de un poco de humo se oyó la primera explosión y luego un no parar de explosiones y olor a pólvora... un ruido nunca oído retumbó en mis oídos por un momento me vi inmerso en un mar de humo, sin oír nada, sin ver casi nada e incluso sin saber donde estaba, eran sensaciones confusas pero a la vez únicas que despertaron en mí un sentimiento que jamás he vivido en ninguna fiesta de ninguna parte del Mundo.
Valencia era un hervidero de gente de todos los lados del planeta, cada esquina, cada rincón del centro estaba lleno, había momentos en los que andar se hacía imposible. Incluso cuando llego la hora de comer, buscar un local libre era una auténtica odisea, así que opté por la mejor y más barata opción: comida de algún puesto. Y así llevado por un mar de almas, llegue a un lugar increíble una enorme avenida tapada completamente por un manto de luces led, era una auténtica maravilla.
La tarde continuó con un paseo por el centro de la ciudad, donde visité la plaza de toros, algún templo gótico y un parque, que más bien era un museo al aire libre de capiteles, fustes y basamentos romanos. La tarde continuó con un encuentro fortuito con un gran amigo y compañero de televisión mi gran Miquel, que iba acompañado por algunos amigos.
Tras cenar y desconocedor del programa de las fallas, Miquel y sus amigos me sugirieron que fuésemos hacia el ayuntamiento para ver la gran mascletá que tendría lugar a la una de la noche. Entre risas y bajo el abrigo de un buen whisky pasamos las dos horas siguientes, hasta que un enorme petardo nos indicó que comenzaba el espectáculo. Y valla espectáculo, ha sido y es el mejor acto pirotécnico al que jamás he asistido, castillos de luces, sonidos abrumadores, humo y el final Valenciaaaa ¡¡¡¡¡ La noche termino en una discoteca y muy muy borracho
Para mí es la mejor fiesta de España, este blog va dedicado a mi gran amigo Miquel y a toda esa maravillosa gente que conocí aquella noche de San Jóse de 2016.
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