Hoy mi blog está dedicado a Iznate, un pequeño y hermoso pueblo que pertenece a la Axarquía malgueña. Su historia comienza no se cuando, pero el origen árabe del nombre proviene de los castillos que defendían a la población árabe, tras la conquista por los Reyes Católicos, este municipio participó de forma activa en la rebelión morisca del siglo XVI, sofocada luego por Juan de Austria. Felipe II repartió tierras entre cristianos viejos.
La primera toma de contacto con la villa fue desde la carretera de entrada al pueblo, desde mi coche se observaba una estampa única que quería inmortalizar. Tras dejar atrás las primeras casas del pueblo, pude observar que su centro histórico se elevaba por encima de mi vista, delante mía varias cuestas me invitaban desafiantes a que las subiera en aquella noche gélida del mes de Febrero. Cuando más andaba, más me gustaba lo que veía, a un lado de las anchas calles se abrían como brazos, otras más estrechas llenas de encanto y decoradas de mil maneras... todo acompañado de un silencio mágico y un olor a leña que hacía que tu mente se trasladara en el tiempo.
El frío hacía de compañero en aquella silenciosa noche, unos pocos metros más arriba me encontré con la Iglesia de San Gregorio, una pequeña construcción religiosa encuadrada en una bonita plaza de forma romboidal. La iglesia es del siglo XVI, reconstruida tras la rebelión morisca y restaurada hace cincuenta años. Tiene un sola nave cubierta de armadura de madera. En el exterior sobresalen seis contrafuertes en uno de sus laterales. La torre es de planta cuadrada con cuerpo de campanas y con doble arco de medio punto en cada lado. En su portada principal destacan los colores pasteles y un su fachada encontramos tres escudos, a ambos lados varias figuras, que no distingo acompañan a otro central, en el cual aparecen las iniciales JHS, Jesus Humane Salvaore, emblema de los jesuitas. En la misma plaza podemos encontrar el escudo del pueblo a modo de mosaico y una imagen de la virgen de los dolores que corona una fuente de mármol gris. Tras más de 20 minutos andando por el pueblo, un sin fin de callejones sin salida decorados con plantas, cuestas por todos lados y fachadas decoradas con las más elocuentes frases resumen un pueblo desde mi punto de vista muy bonito, enigmático y familiar que hace retroceder en el tiempo a cualquier visitante que se deje caer por la Axarquía malagueña.
Para más información: http://www.iznate.es/es/index.html
0 comentarios:
Publicar un comentario