BAHKTAPUR, CIUDAD DE LOS DEBOTOS

Hoy mi blog irá dedicado a Bahktapur. Situada en el Valle de Katmandú, a 13 kilómetros al este de la capital y a 1.400 metros de altitud. La histórica Plaza Durbar de Bhaktapur forma parte del conjunto denominado Valle de Katmandú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Mi viaje comienza tras parar un taxi en la capital y acordar el precio, después de unos 20 minutos en él, llegué a mi hotel que se encontraba muy cerca de la plaza. Mi hotel era un poco peculiar, enclavado en un viejo edificio de madera de época colonial, todo era de madera. Mi habitación me encantó, sus paredes eran blancas con una cama que se hundía nada más mirarla que se apoyaba sobre una estructura de cañas pero con una decoración muy bonita, toda la corcha tenía mándalas. Tenía una moqueta y sobre ella una vieja alfombra daba calor a mis pies. El techo del tejado se hacía notar en la habitación y me daba la sensación de protección, una ventana muy antigua hacía de frontera entre mi habitación y la fría calle.

La mañana empezó con un té, en los cientos de bares y restaurantes que hay y con una boda, que como dije en mi blog de Patan, son algo peculiares. Tras el desayuno comencé a visitar sus maravillas. El primer templo que visite era el templo de Nyapola, una impresionante pagoda de cinco pisos flanqueada por sendos elefantes, guerreros, deidades y demás animales mitológicos. Antes de proseguir decir que para acceder a sus monumentos debemos comprar un pase o un tourist pass, que se adquiere al principio de la plaza, cuesta unas 750 rupias, también comentar que es una ciudad protegida y mucho más limpia que sus hermanas.

De camino a la plaza te das de cruces con un templo, donde todas sus esculturas son de madera y sonde todo lo que se representa son escenas del Kamasutra. A unos metros está el corazón de la ciudad, aquí también se nota la mano del terremoto de Abril de 2015, muchos templos están destruidos pero la mayoría se conservan bien, la plaza en sí es un espectáculo de arquitectura de varios estilos, podemos encontrar templos de madera, de piedra, campanas enormes sobre dinteles, obeliscos terminados por deidades que vigilan la entrada del palacio real. La plaza en sí parece estar estancada en el pasado. Me encantó.

El palacio real es un edificio de madera y de ladrillo cuyos platos fuertes son su entrada flanqueada por un arco de oro y por varios policías. Pero lo más espectacular está dentro, un enorme estanque de ladrillo rodeado por una enorme cobra de metal. El reptil se levanta en el centro del estanque desafiante ante cualquier visitante.

Caminar por esta ciudad, es retroceder en el tiempo, sus calles estrechas y laberínticas están llenas de turistas, budistas, autóctonos, buscavidas, tiendas, bares, regalos... A cada paso que das te das cuenta de donde vienes y de la suerte de nacer en un lugar o otro, hay vendedores de pescado, fruta... e incluso puedes ver como sacan agua, para sobrevivir, en un pozo gigante que hay en una de las plazas. Bahktapur, es un paraíso para los amantes de la fotografía, donde podrán experimentar el cambio del paisaje urbano a medida que pasan las horas. Bhaktapur es sinónimo de amabilidad y sus habitantes: el alma de la ciudad. Una ciudad y país dignos de la mejor guía de viajes, nuestra vida propia.

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Etiquetas: Bahktapur Nepal Viajes

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