Hoy mi blog irá dedicado a Alhaurín el grande. Situado en el centro-sur de la provincia de Málaga, dentro de la comarca del Valle del Guadalhorce y del partido judicial de Coín.
Su historia comienza ya en el Neolítico debido a la cantidad de objetos encontrados. Luego llegaron griegos y más tarde la Hispania Romana se asentó en la localidad, hay constancia de la existencia de diferentes asentamientos en varias zonas del término municipal de Alhaurín el Grande, como pueden ser la Dehesa Baja, el Camino de Coín o la Alquería. siendo los más importantes los de la Fuente del Sol y los de la Huerta del Niño, así llamada por haberse descubierto en la misma un enterramiento con una lápida funeraria de un joven romano, y es que de los romanos se han encontrado numerosos restos y objetos como columnas, cerámicas, monedas… aunque sin duda de los restos más importantes, el acueducto que existió en el Camino de Coín es el que más sobresale.
La época andalusí también se notó en la comarca. Algunos de los restos más sobresalientes de este periodo son el casi desaparecido Castillo de las Torres de Fahala, situado en el Cerro de la Reina, la Torre de Al-Qayria de Urique y el Arco del Cobertizo. Luego en 1485 la villa pasó a manos de los Reyes Católicos.
En la época moderna es cuando tiene lugar el desarrollo de la localidad.
Mi viaje comienza justo en el centro de la localidad, en la plaza junto a la iglesia. El sol caía en aquella tarde fresca de Febrero mientras sus rayos acariciaban las encaladas paredes del templo religioso. Estaba en la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación un enorme edificio de estilo neoclásico, aunque sus orígenes se remontan al siglo XVI, presenta un campanario de tres cuerpos de planta cuadrada, con campanario octogonal con vanos y rematado por un tejado vidriado en forma de aguja. Su portada principal es lateral con arco de medio punto. Al lado de la iglesia encontramos un arco consta del siglo XII y se piensa que formaba parte de una muralla que protegía el pueblo. Recientemente ha sido restaurado para lograr su conservación. Caminando por la localidad varios edificios señoriales se mostraban ante mí, algunos me enseñaban sus fachadas decoradas con sendos azulejos vidriados donde se mostraban diferentes escenas o elementos mitológicos. Un poco más adelante mi mirada se fijo en unos símbolos colocados en el suelo JHS, enseguida me percaté que me encontraba ante un edificio religioso. El edificio de cuerpo blanco, constaba de una fachada con varios niveles, puerta rectangular terminando en una espadaña con un vano y dos campanas. Al lado de él y sobre una cartel en azulejo que pone Plaza de San Sebatian se eleva otro en el que se pueden ver varios escudos militares. En la misma calle me llama la atención un edificio religioso con tres balcones, en cada uno ellos se pueden ver iconos religiosos, un nazareno, una virgen y de nuevo el escudo de los jesuitas. Este pueblo también se caracteriza por varias casas decoradas de un modo excepcional, otro ejemplo lo encontramos en una que se encuentra encima de la confitería Guzman, tiene un estilo neoclásico y en el último balcón se muestra un escudo heráldico. El viaje termina viendo una hermosa puesta de sol, donde los colores pasteles dan paso a las estrellas.
Bonito pueblo repleto de historia, de leyendas y con muy buena gastronomía, pueblo que invito a que descubráis y que lo recomiendo si estáis cerca de la capital.
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