Hoy mi blog estará dedicado a una de las ciudades más importantes de la historia de España, Málaga. Málaga es una ciudad y municipio español, capital de la provincia homónima, perteneciente a la comunidad autónoma de Andalucía. Está situada en el extremo oeste del mar Mediterráneo y en el sur de la península Ibérica, a unos 100 km al este del estrecho de Gibraltar.
Su término municipal ocupa una extensión de 398,25 km² que se extienden sobre los Montes de Málaga y el Valle del Guadalhorce. La ciudad está situada en el centro de una bahía rodeada de sistemas montañosos. Dos ríos, el Guadalmedina y el Guadalhorce, la atraviesan desembocando en el Mediterráneo.
Con 568 479 habitantes según el censo de 2013, Málaga es la sexta ciudad de España por población, la mayor de entre las que no son capitales de Comunidad Autónoma, la segunda de Andalucía, y la número cuarenta y seis de la Unión Europea. Además, es la zona urbana más densamente poblada de la conurbación formada por el conjunto de localidades que se sitúan a lo largo de 160 km de la Costa del Sol y el centro de un área metropolitana que sobrepasa sus límites municipales abarcando otros 12 municipios que suman 987.813 habitantes censados, aunque se estima que en Málaga Capital y su área metropolitana viven más de 1 millón de personas.
Fundada por los fenicios en el siglo VIII a. C., lo que la convierte en una de las ciudades más antiguas de Europa, Málaga fue un municipio primero federado y luego de derecho latino del Imperio romano, y una próspera medina andalusí cuatro veces capital de su propio reino, que fue incorporada a la Corona de Castilla en 1487. Durante el siglo XIX la ciudad experimentó una destacable actividad industrial y revolucionaria que la situó como primera ciudad industrial de España y la hicieron merecedora de los títulos «Siempre denodada» y «La primera en el peligro de la libertad». Escenario de uno de los episodios más sangrientos de la Guerra Civil Española y protagonista de la explosión del boom turístico de las décadas de 1960 y 1970, Málaga constituye en la actualidad un notable centro económico y cultural, y un importante nodo de comunicaciones en el litoral mediterráneo. Debido a que vivo muy cerca de esta ciudad, han sido muchas las veces que he visitado esta ciudad. Una de estas visitas la realicé con mi amiga Yolanda, dejamos el coche cerca del muelle, en la calle San Nicolás. Tras dejarlo nos fuimos a dar una vuelta por el muelle, este es súper moderno y me impresionó sus vistas, con el castillo de Gibralfaro y la Catedral como teloneros. El muelle estaba repleto de turistas y la noche invitaba a pasear, el puerto me encantó, con edificios cosmopolitas, limpio, lleno de bares y restaurantes...después de un paseo corto decidimos comer en un restaurante griego, luego nos fuimos de fiesta.
Otra de las visitas a Málaga fue con mi gran amigo Jimmy, el pasado mes de Abril. Tras dejar el coche en la calle Francisco Bejarano Robles, fuimos al ascensor que te lleva directamente a la Alcazaba, al llegar a la puerta nos llevamos la sorpresa de que los domingos son gratis.
La alcazaba de Málaga (del árabe al-qasaba, قصبة, al kasbah, 'ciudadela') es una fortificación palaciega de la época musulmana, construida sobre una anterior fortificación de origen fenicio-púnico. Se encuentra en las faldas del monte Gibralfaro, en una posición elevada pero contigua y unida al centro histórico de la ciudad, lo que constituía la antigua madina de Mālaqa, y en cuya cumbre se halla el Castillo de Gibralfaro.
Ocupaba el extremo oriental del desaparecido recinto amurallado de la ciudad, de manera que los frentes de mediodía, poniente y norte quedaban a intramuros. Su superficie actual de 15.000 metros cuadrados no alcanza ni siquiera la mitad del tamaño que poseía en su época de esplendor, como demuestran los planos históricos conservados.
Según el arquitecto restaurador, D. Leopoldo Torres Balbás, la Alcazaba de Málaga es el prototipo de la arquitectura militar del periodo taifa, siglo XI, con su doble recinto amurallado y gran cantidad de fortificaciones, siendo su único paralelo el castillo del Crac de los Caballeros, fortaleza levantada en Siria por los Cruzados entre los siglos XII y XIII.
Después de bajar del ascensor te encuentras el patio de la alberca, un patio abierto con dos fuentes y una alberca central, parecidos a los de la Alhambra. Un poco más adelante encontramos un pequeño museo con algunas cerámicas. Dejamos el museo atrás y entramos en el patio de lo naranjos, un inmenso recinto lleno de árboles, flores, fuentes... a uno de sus lados hay un arco original y cerca de él encontramos otro arco sustentado por dos columnas una de ellas un poco inclinada, dejando atrás este arco pasamos a un mirador desde donde se ve el puerto y parte de Málaga. Salimos del mirador y ascendimos por unas escaleras que nos llevaron a las torres de la Alcazaba y a su camino de Ronda, por el cual estuvimos andando. Tras el paseo volvimos al patio de los naranjos y de este al patio de los Surtidores donde tras hacer unas fotos seguimos un camino en zig-zag descendente en el cual vimos: una bañera romana, una fuente con un pez... tras andar por sus calles llegamos a una una puerta con doble arco donde había un hueco defensivo por donde los árabes lazaban aceite hirviendo, piedras...de aquí llegamos a otro patio exterior gobernado por otra fuente, donde se encuentra la torre de Maldonado. Tras unas fotos en este patio, seguimos hacia la plaza de Armas donde encontramos una especie de cloacas hechas prisión a unos metros de aquí y camino de Gibralfaro, delante de la puerta del Cristo, encontramos una virgen sin cabeza con una luna en los pies, la Virgen de Atocha. Dejando la virgen atrás seguimos por un camino, caminando por debajo de la Torre de Maldonado hacia la cafetería. Al llegar al final del camino observamos que el sendero que antaño comunicaba la Alcazaba con el castillo está cerrado al público así que tocaba media vuelta y salir por la puerta del Cristo hacia la calle.
Tras salir por esta puerta, modificada, llegamos a la Haza de la Alcazaba y desde aquí cruzando la Puerta de las Columnas salimos a la calle. Llegamos a la calle Alcazabilla donde se encuentra el teatro romano, en muy mal estado y del que sólo quedan las gradas, todo esto debido a que la mayoría de las piedras se utilizaron para la construcción de la Alcazaba. Delante del teatro hay una pirámide de cristal, donde se guarda una antigua fabrica de Garum, el famoso manjar de tripas que tanto gustaba en Roma. Para terminar con la Alcazaba decir, que me recuerda mucho a la Alhambra, su mismo estilo, sus jardines, la importancia del agua, sus azulejos, ladrillos, sus técnicas defensivas... lo resumo en una pequeña Alhambra.
Tras las fotos y una parada para un café, seguimos el camino hacia el castillo. El camino es una cuesta enorme que comienza en el Paseo Don Juan Temboury. Después de 15 minutos subiendo, llegamos a un mirador increíble, mereció la pena tal caminata, se veía toda Málaga, el puerto, la plaza de toros, la sierra, la costa...
Después de soñar con las vistas llegamos a lo alto del castillo. El Castillo de Gibralfaro: el antiguo recinto fenicio contenía un faro que da nombre al cerro Gibralfaro (Jbel-Faro, o monte del faro). Fue Abderramán III quién transformó en fortaleza las antiguas ruinas existentes desde antes de la llegada de los romanos. La fortaleza fue ampliada y convertida en alcázar por el rey nazarita Yusuf I en el año 1340. El castillo fue objeto de un fuerte asedio por parte de los Reyes Católicos durante todo el verano de 1487. Tras el asedio, Fernando el Católico lo tomó como residencia, mientras que Isabel I de Castilla optó por vivir en la ciudad.
Se construyó para albergar a las tropas y proteger la Alcazaba en los asedios, debido al uso generalizado de la cima del cerro por la artillería.
Actualmente el castillo es visitable, y desde su torre del homenaje se pueden observar unas magníficas vistas de la ciudad de Málaga, y en días claros es posible divisar algunos montes de la cordillera del Rif (en África) y el Estrecho de Gibraltar.
Al entrar por la puerta principal, te das de narices con un cañón de bronce del siglo XIX, a la derecha la torre del homenaje y a la izquierda un pequeño museo, donde puedes encontrar trajes de combate desde el siglo XV hasta el XX, en él también podéis encontrar piezas de artillería, maquetas, sellos, barajas de cartas... Tras terminar la visita fuimos a conocer el castillo, accedimos por la parte trasera del museo y llegamos a una de las torres que custodian la fortaleza, después de caminar por su camino de Ronda llegamos a la Torre del Homenaje, desde donde se puede divisar toda la bahía de Málaga y toda su sierra. La torre tiene influencias francesas como se puede ver al observar las garitas de vigilancia que allí hay. Tras caminar un rato por allí seguimos por otra de las murallas donde llegamos a su patio de armas. Desde lo alto pudimos ver a la catedral sobresaliendo de todos los edificios del centro, una postal digna de una gran ciudad. Después de rodear todo el castillo decidimos irnos, pero nos fuimos con un sabor de boca algo amargo y es que con lo grande que es este castillo, sólo vimos su exterior, esta fortaleza tiene que guardar enormes tesoros en su interior y desde mi blog protesto para que el ayuntamiento de Málaga enseñe al turista que se deja los pulmones en la cuesta a que abran más dependencias de Gibralfaro.
Tras bajar la cuesta llegamos de nuevo al teatro romano. Y siguiendo la calle Alcazabilla, llegamos a la calle Alamos y desde esta seguimos por la calle Granada pasando por la Iglesia de Santiago hasta la casa museo de Picasso, dejando la casa atrás seguimos por calle Agustín hasta la catedral de la Encarnación, la cual no pudimos ver debido a que estaba cerrada, llegados aquí tomamos un té en la calle Agustí poniendo punto y final a nuestro viaje a Málaga. Os recomiendo mucho visitar esta ciudad, única donde se mezcla la montaña con el mar, lo antiguo con lo moderno... punto de partida de Fenicios, Cartaginenses, Romanos y Árabes. Último lugar de la conquista de los cristianos, una ciudad que tuvo mucho que ver en la historia de España. Andar por sus calles es retroceder al Alandalus, retroceder a época del imperio Nazarí, todavía podemos ver restos de esta cultura en el trazado de sus calles, sus nombres... también en su casco histórico podemos ver edificios de estilo Neoclásico, como el antiguo ayuntamiento... es una ciudad donde podéis encontrar buena comida, fiesta, diversión, ocio, playa y cultura. Os recomiendo su feria declarada de interés cultural y su festival de cine... para más información: http://www.malagaturismo.com/
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