VILLA ADRIANA, TÍVOLI. EL LUGAR DE DESCANSO DE ADRIANO
La villa fue creada en Tibur (actual Tívoli) como lugar de retiro de Roma por el emperador Adriano en el siglo II. Se decía que a Adriano le disgustaba el palacio del monte Palatino de Roma, lo que le llevó a construir este lugar de retiro, donde pasó los últimos años de su vida y desde donde gobernó el imperio. Una gran corte, por lo tanto, vivió allí de manera permanente. Después de Adriano, la villa fue usada por varios de sus sucesores. Durante el declive del Imperio Romano, la villa cayó en desuso y quedó parcialmente en ruinas. En el siglo XVI, el cardenal Hipólito II de Este hizo que gran parte de los mármoles y estatuas de la villa se trasladara para decorar su propia residencia (Villa de Este) ubicada en las cercanías. Entre las estatuas que había aquí se citan una copia del Discóbolo de Mirón, las ocho musas de Cristina de Suecia (Museo del Prado) y posiblemente la Diana de Versalles (Museo del Louvre). La visita a esta villa fue durante el viaje con mis padres en Marzo de 2013, para llegar a esta villa lo mejor es alquilar un coche, porque primero tenéis que coger un autobús que os lleve a Tívoli y luego a la villa. Decir que este complejo me dejó la misma sensación que cuando estuve en Pompeya...el recorrido comienza con la subida de una gran cuesta, la cual termina en lo alto dandoté de narices con las murallas. Al traspasar las murallas, el complejo es increíble, lo primero que ves es un enorme césped, todo ello rodeado de infinidad de ruinas...a medida que andas más te metes en la historia de la villa. Por el camino puedes ver todo tipo de edificos, termas, las casas de la gente humilde, templos, inodoros públicos...tras varios minutos andando por el siglo 1º, llegas a la joya de la corona, un lago enorme en forma de elipse rodeado de columnas y de dioses griegos...aunque faltan alguno se conservan en perfecto estado. Al pasar el lago llegas a otros monumentos, un poco más adelante te encuentras dos enormes columnas que aguantan una cúpula que en sus tiempos tuvo que ser inmensa. Tras varios minutos andando con mi padre, llegamos a una estructura o edificio en el cual había un lago circular lleno de peces de colores, es la primera vez que veo un monumento romano de estas características. El complejo al ser enorme se tarda el tiempo que una quiera en verlo, si viajáis a Roma por un tiempo largo, os recomiendo visitar villa Adriana os dejará con la boca abierta.
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