VALLE DE ABDALAJIS Y SU RELACIÓN CON VESPASIANO
Hoy mi blog irá dedicado a Valle de Abdalajis, situado al sur de la Comarca de Antequera y al norte del Valle del Guadalhorce, comarcas en la que se integra según diferentes delimitaciones. La historia de este pueblo comienza sobre el año 70 d.c., en la época del emperador Vespasiano. Es destacable el gran número de hallazgos de esta época localizados en el pueblo. La Peana, un monolito de piedra caliza, tallado con forma de paralelepípedo que sirvió, según todo parece indicar, como pedestal para una estatua. También existen varios epígrfes de época romana como: GENIO MUNICIPI. NES CANIENSIS. LI CINIA. NIGEL LA. OSQUVEN SIS. NOMINE SVO. ET. NOMI NE. FABI. FIRMA NI. MARITI. SVI TESTAMENTO FIERI. IVSSIT. Cuya traducción es: Licinia Nigelia, natural de Oscua, en su nombre y en el de su marido Fabio Firmane, mandaron por su testamento, hacer este monumento al Genio del municipio de Nescania. ras la destrucción de la ciudad romana por parte de los pueblos bárbaros, vándalos y visigodos a mediados del siglo IV, toda la región quedó despoblada durante varios siglos hasta la llegada de los árabes. A la época andalusí debe su nombre el municipio de Valle de Abdalajís, pues procede del nombre propio árabe ʿAbd al-ʿAzīz en referencia a Abd al-Aziz ibn Musa, que casó con Egilona, viuda de D. Rodrigo, y que residió algún tiempo en estas tierras. La época árabe termina con la conquista de Granada y la total expulsión de ellos de todo el valle. El viaje a esta localidad comienza con una parada en una de sus principales calles, la primera impresión fue la de un pueblo pequeño con una rara morfología urbana y es que el pueblo duerme sobre la atenta mirada de la cordillera penibética que lo vigila a modo de gigante calizo. Debajo de esta la villa distribuye sus calles de forma paralela al gran peñón. Tras dejar atrás una ancha calle, diviso el ayuntamiento, localizado en el eje intermedio de dos enormes calles, es un edificio blanco de estilo neoclásico. Al doblar una de las principales calles, una avenida llena de naranjos me dio la bienvenida indicándome que había llegado la hora de dar la vuelta. Desde mi punto de vista es un pueblo muy pequeño, en el que poco hay que ver, no hay nada destacable excepto las ruinas romanas que se encuentran en su término municipal, no presenta grandes monumentos destacables, ni lugares emblemáticos. A parte de esto tiene un gran cartel cultural lleno de fiestas y tradiciones, especial mención tiene la noche de San Juan, que en lugar de fuego, todo el pueblo se compromete en una batalla de agua. No es un pueblo que recomiende, para más información
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