MONTSEGUR, «Als catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244».
Hoy mi blog irá dedicado a Montsegur. Montsegur, Montségur en francés, es una pequeña villa y comuna francesa, en el Mediodía-Pirineos, sur de Francia muy cerca de la frontera con España. Se ubica a 21 kilómetros al sudeste de Foix, el centro administrativo del departamento de Ariège, ciudad que, a su vez, se encuentra a 82 kilómetros al sur de Toulouse.
Pueblo de Montsegur visto desde el castillo.
La población se halla emplazada al pie del monte Pog, de 1.150 metros de altura, en cuya cima aún se observan las ruinas del castillo de Montsegur.
A sus habitantes se les conoce por el gentilicio Montséguriens.
Es una etapa de peregrinaje del Camino de Santiago, en la llamada Via del Piemonte Pirenáico que va del Mediterráneo paralela a los Pirineos y en parte a la Via Tolosana.
Nuestro viaje a esta pequeña y mágica localidad comienza desde la parte baja de la colina donde se sitúa el castillo. Tras ponerme el equipo de faena, accedí hacia el camino que te lleva a lo alto de la fortaleza. Esta se encuentra en la cima del monte que lleva su nombre a unos 1200 metros de altura, el camino no es muy angosto y tardas unos 15 minutos en llegar a lo alto.
Tras subir y un poco asfixiado lo primero que te encuentras son los restos del castillo cátaro. El castillo de Montsegur (Montségur en francés) está situado en la comuna francesa de Montsegur, en el departamento francés de Ariège, en la cima de la montaña del Pog, de 1207 metros de altura.
Los restos del castillo de Montsegur fueron levantados en el siglo XIII por Guy de Lévis, tras la derrota de los cátaros.
La ciudadela domina todo el valle y es de difícil acceso, hecho que facilita su defensa.
Este se encuentra en total ruina y sólo se conservan cuatro paredes que forman un trapecio, se puede observar algo de su torre del homenaje, la cual conserva su cisterna. Después de cruzar su patio de armas, llegas a una segunda puerta que comunica a un pequeño desfiladero por le que aquella noche cuatro cátaros se llevaron el secreto que años más tarde hicieron rico al famoso cura de Renne.
Tras varios vídeos y observar las ruinas del castillo, que se ven en menos de media hora, me dispuse a bajar a uno de los lugares más misteriosos, el lugar de la quema de los cátaros...
La leyenda: El Papa Inocencio III, finaliza la cruzada contra los cátaros la mañana del 16 de Marzo del año 1244. Estos tenían un secreto muy importante que no podía caer en manos de la Iglesia de aquel tiempo, el Papa y un gran ejército asediaron el castillo, la madrugada del 16 de Marzo de 1244, cuatro cátaros descendieron montaña abajo y guardaron un secreto, cerca de allí a unos 51 km en la pequeña población de Renne le Chatau, cuando el secreto fue salvado, más de 500 cátaros, entre ellos niños y mujeres, se metieron uno a uno en las pitas de fuego y aceite que prepararon los soldados, ellos iban cantando y riendo bajo la mirada atónita de los soldados y el Papa. Fue así como la Iglesia, la santa iglesia quitó de en medio a este grupo de religiosos. «Als catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244».
Después de esta historia mitad verdad, mitad leyenda, me monté de nuevo en el coche y fuimos al pequeño pueblo a comprar algo de comida. La parada la hice en la calle 409, me bajé descalzo y tras cruzar las dos calles que tiene el pueblo llegué a una panadería donde vendían pan al peso, compré una cuña de un pan que tenía queso dentro de color marrón ceniza con una textura increíble que rápidamente y madre y yo devoramos.
Decir que lo que más me llamó la atención del lugar es el halo de misterio que envuelve a este sitio, lugar marcado por la historia negra de la Iglesia Católica y clave para los buscadores de tesoros. No os lo recomiendo si lo que buscas es un lugar con un castillo como el de Carcassonne, os lo recomiendo si queréis de verdad visitar un lugar con historia, un lugar que cambió la vida de la humanidad.
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