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domingo, 8 de febrero de 2015

CARAVACA DE LA CRUZ Y SU LEYENDA

Buenas noches seguidores hoy en mi blog hablaré del pueblo murciano de Caravaca de la Cruz. Caravaca de la Cruz es un lugar de referencia para el culto de la Iglesia católica ya que desde 1998, durante el papado de Juan Pablo II, está catalogada como una de las cinco ciudades santas de esta confesión religiosa al disponer del privilegio de celebrar Año Jubilar a perpetuidad cada siete años en torno a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. El primero de ellos tuvo lugar en 2003 y contó con la visita del Cardenal Ratzinger, posteriormente elegido como papa con la denominación de Benedicto XVI. Por esta circunstancia, y por el propio nombre del Municipio, también se la conoce como "La Ciudad de la Cruz". Además de ser conocida por la reliquia cristiana y su bello Casco Antiguo de origen medieval, lo es también por las Fiestas Patronales en Honor a la misma, celebradas entre los días 1 y 5 de mayo de cada año, declaradas de Interés Turístico Internacional en 2004. Junto a las procesiones y desfiles de Moros y Cristianos, es especialmente relevante el festejo de los Caballos del Vino, que en la actualidad aspira a ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Mi viaje a esta localidad tuvo lugar en Julio de 2014, tras llegar de San Javier, paramos en la calle Colegio, único lugar donde se podía aparcar, ya que este pueblo al tener unas calles estrechas se hace imposible el estacionar. Tras dejar el coche, seguimos por la calle las Monjas en dirección recta hasta Plaza Nueva y de esta hasta Plaza del Arco, esta plaza es muy bonita, es peatonal, en ella se encuentran dos estatuas una de un Califa y otra de un rey cristiano, toda la plaza se encuentra rodeada de cafeterías, restaurantes y tiendas de recuerdos. Después de unas fotos, decidimos ir a almorzar y tras preguntar en varios sitios nos recomendaron el bar 33. Después de dejar la plaza atrás seguimos por la calle Balazote hasta la calle Pilar donde en una de sus esquinas y bien escondido se encuentra este peculiar bar. Entrar en el bar 33 me recordó a cuando iba con mi padre a esos bares típicos de lonja donde se reunían los pescaderos, en este parece haberse detenido el tiempo, en él no existe aparato moderno. Parecíamos estar en un capítulo de Cuéntame. Lo que más me llamó la atención fue un calendario con una chica desnuda y un cuadro de luces de los años 70. Eso sí se come muy bien, lo que más me gustó y que nunca había comido fue la torta de boquerón aliñado. Era como una empanada pero rellena de boquerones. Seguidores si queréis comer bien, platos típicos de la zona y a buen precio venir a este local. Al terminar de almorzar y volver a la época actual, nos pusimos de camino de nuevo por la calle del Pilar hasta la Plaza del Arco, para luego coger la calle Santa Ana y desde esta subir la enorme calle cuesta del Castillo que te lleva a la plaza donde se encuentra el Santuario de la Veracruz. Antes de seguir os explicaré la Cruz de Caravaca. La Cruz de Caravaca es, según la tradición, una reliquia de la Cruz en la que Jesucristo fue crucificado y que encontró la Emperatriz Santa Elena. Se conserva en un relicario con forma de cruz patriarcal de doble brazo horizontal (de 7 cm el superior y de 10 cm el inferior) y de uno vertical (de 17 cm), en la Basílica del Real Alcázar de la Vera Cruz en Caravaca de la Cruz (Región de Murcia, España) y es patrimonio religioso de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Según la leyenda, la Cruz –originalmente perteneciente al primer patriarca de Jerusalén tras la conquista de la ciudad a los musulmanes– fue milagrosamente llevada al castillo-santuario de Caravaca por dos ángeles, los cuales también forman parte de la imaginería que compone la cruz. Dominaba entonces en la taifa de Murcia el rey Benhud, que extendía su poder por gran parte de Al-Andalus. Como llegase a Caravaca una partida de cautivos cristianos, el reyezuelo de la ciudad, Ceyt Abuceyt, preguntó al clérigo Ginés Pérez Chirinos, que venía entre ellos, cuál era su oficio. Respondiendo éste que lo suyo era celebrar misa, el reyezuelo mandó se aparejara lo necesario para satisfacer su curiosidad sobre el ritual cristiano. Al decir el sacerdote que precisaba de un crucifijo para tal menester, aparecieron dos ángeles que, transportando el relicario con el Lignum crucis, lo colocaron sobre el improvisado altar. La milagrosa aparición hizo que el reyezuelo y toda su corte se bautizaran. Once años después de la aparición de la Cruz, el reino murciano pasó al vasallaje del rey castellano Fernando III el Santo (1243-1244). La Cruz sirvió de bandera y talismán contra ulteriores ataques musulmanes, en especial los llevados a cabo por Alhamar el Nazarita, rey de Arjona y Granada. Con ello, Caravaca se consolidaría como bastión de la frontera hispano-árabe. Durante la invasión napoleónica, la Cruz permaneció oculta por miedo a la rapiña que caracterizó a las tropas francesas. La Cruz fue objeto de un robo sacrílego en 1934. Los ladrones sólo hurtaron la sagrada astilla, dejando abierto el relicario cruciforme. Jamás se descubrió la autoría del hecho. Tras la Guerra Civil Española, Pío XII concedió a Caravaca un nuevo Lignum crucis. Era el año de 1945. La ciudad celebró con grandes fiestas el restablecimiento de la reliquia. La devoción a la Cruz de Caravaca fue extendida por todo el orbe cristiano –incluidas Polonia, Francia, Alemania, Inglaterra, América, etc.– merced a la Compañía de Jesús. En algunas partes de América, la Cruz es usada en rituales de santería, vudú, candomblé, palo y otros ritos sincréticos, principalmente entre descendientes de esclavos. La ciudad de Caravaca de la Cruz celebra las Fiestas Patronales de la Santísima y Vera Cruz del 1 al 5 de mayo, reproduciendo con actos, procesiones y desfiles de Moros y Cristianos, el pasado medieval y religioso de la ciudad. En la mañana de Los Caballos del Vino, el día 2 de mayo, se rememora la leyenda de la rotura del sitio musulmán en la fortaleza cristiana por unos caballeros templarios. Dada la necesidad de bebida potable, por estar los pozos contaminados por los sarracenos, los cristianos llevaron a la fortaleza unos pellejos de vino atados a un caballo. De este modo rompieron el cerco moro y, ya a salvo, ese vino fue bendecido por la Cruz y echado a los pozos, purificando el agua y dejándola apta para el consumo. Esta tradición se rememora el citado día, cuando las peñas caballistas caravaqueñas engalanan un caballo y eligen a cuatro representantes para correr una carrera en la cuesta de acceso al santuario de la Vera Cruz. Por este motivo este pueblo es uno de los más importantes de España en cuanto a cristianismo se refiere. Tras varias fotos en el exterior con la sierra de Murcia y el pueblo de fondo, entramos en el interior del Santuario, este no es muy grande, pero lo realmente importante está en el fondo a mano derecha donde se encuentra la reliquia. Si queréis un certificado que diga que pruebe que habéis estado allí, hay una máquina que te imprime una especie de diploma al peregrino. Después de ver la cruz y de hacerme con el dicho diploma, fuimos a ver el museo contiguo que hay dedicado a la Cruz. Lo primero que haces al entrar en el museo es ver un documental sobre la historia de la Cruz. Al terminar vas bajando por diferentes salas, todas ellas dedicada a la Cruz. En una de ellas me llamó la atención, una piedra que contenía la Cruz de Caravaca la cual estaba fechada sobre el 200 d.c., lo que a primera vista es imposible, ya que la Cruz de Caravaca está fechada en los años de Santa Helena, la madre de Constantino 325 d.c.. Tras ver este detalle me puse en contacto con la responsable del museo, la cual me explicó que mucha de las piedras que allí había no estaban datadas. Después de un rato charla, esta misma mujer me enseñó unas dependencias, cerradas al público, las cuales estaban detrás del altar mayor y donde estaba la supuesta ventana por la cual entraron los ángeles y un rosetón con una inscripción muy difícil de descifrar. Luego esta misma señora, nos llevó fuera del santuario hacia unas cloacas subterráneas muy bien conservadas. Su horario es: de Martes a Sábados: de 10:00 a 14:00 h. / 16:00 a 19:00h. Domingos: de 10:00 a 14:00 h. Para más información: http://www.turismocaravaca.com/horarios-museos-de-caravaca-verano-2012/ Después de la visita, bajamos por la calle cuesta del Castillo hasta el museo arqueológico, situado en la Iglesia de la Soledad. Este museo es algo peculiar, todo se expone en una sola planta, todo mezclado, da la sensación de estar en un mercadillo. La sala contempla piezas desde el Neolítico, hasta la actualidad, podemos encontrar cráneos, huesos, espadas, puntas de flechas, arquitectura…hasta pinzas de depilar romanas. Tras 20 minutos de visitas, salimos a la calle Aurora para bajarla y llegar a la Plaza del Arco donde nos tomamos un café. Después del descanso nos pusimos de camino hacia la calle de las Monjas, pero antes nos comimos unos helados artesanales en la esquina de dicha calle. Siguiendo la calle arriba llegamos de nuevo al coche, donde un hombre que estaba sentado al lado nos contó un poco la historia de Caravaca. Nos pusimos de camino hacia las fuentes del Marqués. A las que se llega por el camino de Mairena, muy cerca de la calle Colegio. Tras 10 minutos en coche llegamos a estas fuentes. Las Fuentes del Marqués es un paraje natural situado a 2 kilómetros del casco urbano de Caravaca de la Cruz, Región de Murcia, España. Cuenta con un centro de interpretación de la naturaleza situado dentro de la Torre de los Templarios. Entre las especies vegetales se encuentran el pino canario, pino carrasco, fresno, álamo y encina entre otras. La fauna está representada por ardillas y aves como la abubilla, el mochuelo, el ruiseñor y otras especies. Tras dejar el coche nos introducimos en este paraje, escondite de Templarios, en busca de la famosa torre, la Torre de los Templarios. Esta torre fue mandada construir por dichos caballeros, en sí no tiene nada más, si queréis más información: http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,74,c,365,m,1753&r=ReP-3026-DETALLE_REPORTAJESPADRE Después de recorrer el paraje y hacer el tonto por el bosque decidimos irnos de nuevo a San Javier y poner punto y final a nuestro viaje. Sus fiestas: Declaradas de Interés Turístico Internacional en noviembre de 2004, se celebran entre los días del 1 al 5 de mayo. El festejo de los Caballos del Vino (día 2 de Mayo) aspira a ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Destacan los siguientes actos: Durante el mes de Abril se realizan los tres sábados previos a las Fiestas, tres bailes típicos conocidos como: el día del Cristiano, el día del Moro y por último el día del Pañuelo. Durante todo el día hay actividades y mucha animación por todo el centro de la ciudad. El domingo previo a las Fiestas es el Pregón desde el balcón del ayuntamiento, e inauguración del alumbrado festero. La Fiesta de los Caballos del Vino es un festejo "Único, insolito y pasional" como definió el escritor Don Pedro Ballester Lorca en uno de sus libros y se festejan el 2 de mayo. Los Caballos del Vino, junto a Moros y Cristianos, forman las Fiestas de Caravaca de la Cruz que se celebran del 1 al 5 de mayo en honor a la patrona de la localidad, la Stma. Vera Cruz de Caravaca Los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz, el día dos de mayo se hacen con las calles de la ciudad, con sus esplendidos mantos bordados en seda y oro, y la espectacular carrera de los Caballos del Vino en la cuesta del castillo. El Festejo tiene lugar durante la mañana de cada Dos de Mayo, víspera de la fiesta de la Cruz, fecha en que Caravaca se convierte en la capital de la alegría, de la belleza y de la participación festera. Los caballos del Vino comienzan de madrugada con el lavado y enjaezamiento del caballo, en más de cuarenta lugares diferentes de la ciudad. Pocos espectadores, lo más vinculados a las peñas o familia, tienen el privilegio de asistir a la ceremonia. Con las primeras luces matinales el grupo (formado por el caballo y cuatro caballistas), se dispone a reconocer las calles que pocas horas después constituirán el escenario del espectáculo. Veloces carreras y solemnes presencias comienzan a conseguir adeptos que ya no abandonarán a la peña en todo el discurrir del festejo. Se disponen a realizar un previo pasacalle para lucir sus mantos bordados la gran mayoría en oro y seda. Seguidamente se realiza una demostración de la celeridad de sus jinetes y caballos por la cuesta de la Simona. Tras llegar a la cuesta del castillo se proseguirá a la gran esperada carrera que demostrará quienes son los jinetes y caballos más rápidos y hábiles del año. Los sofisticados avances tecnológicos permiten medir con precisión los segundos, centésimas y milésimas del recorrido trascurrido desde el comienzo de la cuesta hasta el final de ella. Una cuesta que rebosa de color rojo y blanco, y que con el paso de los caballos dará un haz de luz dorado debido a su manto. Caravaca de la Cruz es de esos pueblos misteriosos, en los que te preguntas: ¿por qué aquí?, tras sus calles silenciosas calladas por el sol penetrante de un Julio ardiente, se esconden miles de leyendas, secretos… andar por su casco antiguo es sumergirte en la oscura Edad Media. En resumen os recomiendo visitar este magnífico pueblo, disfrutar de su amplia gastronomía, fiestas, leyendas, misterios y patrimonio histórico-cultural. No os dejará un mal sabor de boca. Tenéis que venir y si lo hacéis en verano disfrutar también de la magia que guarda la región de Murcia.

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